sábado, 9 de abril de 2011

POLVO COSMICO

Las partículas de polvo cósmico, originalmente de asteroides y cometas, son piezas diminutas de roca pulverizada. Estas partículas miden hasta una décima de milímetro y pueblan, en una tenue nube, el sistema solar. Es importante estudiarlas porque los minerales que contienen conservan un registro de las condiciones en las que se formaron los asteroides y los cometas hace más de cuatro mil millones de años, por lo cual brindan una ventana a la historia más temprana de nuestro sistema solar.

Hay cientos de miles de millones de partículas de polvo extraterrestre cayendo del cielo. Este material tan abundante es importante ya que tales fragmentos diminutos de roca permiten a los científicos estudiar objetos distantes del sistema solar sin el oneroso costo de enviar vehículos al espacio para investigar. Analizar el polvo espacial caído en la Tierra nunca reemplazará por completo las misiones espaciales, pero puede ahorrarnos tener que visitar tantos astros para obtener este tipo de información.

El origen del polvo cósmico que cae en la Tierra ha sido siempre incierto. Los científicos pensaban que analizar el contenido mineral y químico de partículas individuales de polvo era fundamental para establecer su origen. Pero este estudio sugiere que una comparación de múltiples partículas da mejores resultados.

El científico Genge analizó más de 600 partículas, catalogando meticulosamente su contenido químico y mineralógico para después ensamblarlas en algo comparable a un gran rompecabezas interplanetario.

Genge descubrió que el polvo cósmico proviene de una familia de antiguas rocas espaciales llamadas Asteroides Koronis, que incluye a 243 Ida, muy fotografiado por la sonda Galileo de la NASA. Estas rocas se encuentran en el cinturón de asteroides ubicado entre Marte y Júpiter y se formaron hace unos dos mil millones de años cuando un asteroide más grande se fragmentó. Otros análisis muestran que el polvo proviene de un grupo más pequeño de 20 rocas espaciales dentro de la familia Koronis, el grupo de los asteroides Karin.


sábado, 17 de julio de 2010

Agujeros negros

Un agujero negro u hoyo negro es una región finita del espacio-tiempo provocada por una gran concentración de masa en su interior, con enorme aumento de la densidad, lo que genera un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera los fotones de luz, puede escapar de dicha región. La curvatura del espacio-tiempo o «gravedad de un agujero negro» provoca una singularidad envuelta por una superficie cerrada, llamada horizonte de sucesos. Esto es debido a la gran cantidad de energía del objeto celeste. El horizonte de sucesos separa la región del agujero negro del resto del Universo y es la superficie límite del espacio a partir de la cual ninguna partícula puede salir, incluyendo la luz. Dicha curvatura es estudiada por la relatividad general, la que predijo la existencia de los agujeros negros y fue su primer indicio. En los años 70, Hawking, Ellis y Penrose demostraron varios teoremas importantes sobre la ocurrencia y geometría de los agujeros negros.Previamente, en 1963, Roy Kerr había demostrado que en un espacio-tiempo de cuatro dimensiones todos los agujeros negros debían tener una geometría cuasi-esférica determinada por tres parámetros: su masa M, su carga eléctrica total e y su momento angular L.

Agujeros negros